¿QUÉ ES UN PUNTO GATILLO?
Los puntos de gatillo musculares son zonas muy localizadas en él músculo, las cuales se palpan en forma de hipersensibles bandas duras que causan dolor. El dolor que provocan es de origen profundo, constante y a menudo origina molestias en otras zonas (además del músculo afectado), dependiendo de la localización del punto de gatillo. Son fáciles de identificar ya que al presionarlos son muy dolorosos, y cuando se presionan producen un dolor irradiado característico del musculo dañado.
Generalmente, el síntoma principal que presenta el paciente es el dolor referido. Es decir, el dolor se produce en otra zona distinta a su origen real. En resumen, el dolor se proyecta a otras zonas diferentes de donde se aloja el punto de gatillo.
En la mayoría de los casos, los pacientes tienen conciencia del dolor referido, y por consiguiente no identifican en absoluto los puntos de gatillo: el origen real del dolor. Por ello es conveniente acudir cuanto antes a un fisioterapeuta especializado.
Los puntos de gatillo se diferencian entre puntos de gatillo activos y latentes:
- Puntos de gatillo activos: Producen un dolor espontáneo en el paciente, y este síntoma no sólo se padece en el músculo afectado, sino que puede ocurrir en otros cercanos, generando alteraciones caracterizadas por la debilidad y la restricción de movimiento.
- Puntos de gatillo latentes: No generan dolor espontáneo, pero sí que lo hace al presionar el punto.
Un tratamiento rápido y adecuado hace que el músculo vuelva a su estado original, eliminando el dolor y la limitación de movilidad, para así poder volver a realizar nuestras actividades diarias sin problemas.
CARACTERÍSTICAS DEL PUNTO DE GATILLO
El dolor es referido y los puntos de gatillo presentan patrones específicos según a qué músculo afecten. Cuando se produce el dolor espontáneo (puntos de gatillo activos), lo normal es que el síntoma no se localice justo en la zona afectada, sino que se proyecte y expanda a zonas de dolor referido distante, sin seguir patrones viscerales o neurológicos.
La gravedad y la extensión de estos patrones dependen siempre del grado de irritabilidad del punto, y nunca del tamaño del músculo afectado. Esta irritabilidad depende y varía según la hora y el día, provocando en el paciente alteraciones de dolor.
Las tres características principales son las siguientes:
- Es un dolor relacionado con un punto discreto e irritable en el músculo esquelético o fascia. No está causado por un trauma local, inflamación, degeneración, neoplasia o infección.
- El punto doloroso se puede sentir como un nódulo o banda de tensión en el músculo, y se obtiene una respuesta de espasmo a su estimulación.
- La palpación del punto supone la queja inmediata de dolor del paciente. Este dolor se irradia en una distribución típica del músculo específico que alberga el punto de gatillo.
¿CÓMO SE ACTIVAN?
Pueden activarse por sobrecarga, esfuerzos, fatiga, traumatismos directos o indirectos, además de por otros puntos de gatillo, enfermedades viscerales, articulaciones artríticas o tensiones emocionales como el estrés.
- Activación directa:
- Por sobrecarga aguda o traumatismo.
- Por fatiga o sobresfuerzo en músculos sujetos a contracciones excesivamente mantenidas o repetidas.
- Activación indirecta:
- Por acción de otros puntos de gatillo musculares que se encuentran en la zona de dolor referido.
- Por problemas viscerales en los músculos de la zona de dolor referido.
- Por estrés.
- Por alteraciones articulares.
SÍNTOMAS
En Clínica Vermont disponemos de un fisioterapeuta especializado en este tipo de problemas, nuestro doctor Héctor García, que aconseja acudir a un profesional siempre que se padezcan los siguientes síntomas característicos:
- Dolor muscular crónico y rigidez muscular.
- Efectos autonómicos del sistema nervioso en zonas de dolor referido: vasoconstricción localizada, lagrimeo, sudoración e hipersalivación.
- Estrés.
- Cefaleas o migrañas.
- Limitación articular.
- Sobrecargas musculares.
- Bruxismo.
