Los empastes dentales, llamados por los odontólogos obturaciones dentales, son unos rellenos que se ponen en los dientes dañados, normalmente por una caries.
El empaste dental tal está destinado a reparar pequeñas zonas de un diente. Sin embargo, cuando la caries es muy grande y ha afectado a gran parte de la pieza dental será necesaria una reconstrucción, que también consiste en destruir la parte dañada y rellenar el hueco.
¿Cómo se pone un empaste dental?
Una vez es detectada la caries, ya sea mediante una exploración bucal mediante espejo y sonda de exploración, o mediante pruebas complementarias como son las radiografías, se comienza con el proceso del empaste dental.
Los pasos a seguir son los siguientes:
- Anestesia: El dentista aplica anestesia local en los casos que así lo requieran.
- Limpieza de la caries dental: El odontólogo retira el tejido cariado del diente. Al eliminar la parte de la pieza dental que no está sana, deja una cavidad que debe ser rellenada posteriormente.
- Relleno de la cavidad: Para rellenar el hueco dejado tras la limpieza de la caries utilizamos, generalmente, composite.
- Pulido y ajuste de la oclusión: Una vez que hemos llevado a cabo el paso anterior, pulimos el empaste y realizamos una prueba de mordida.
Cuidados después de un empaste dental
Al tratarse de una operación sencilla los cuidados que debemos realizar son mínimos. Algunos de estos cuidados son:
- Evitar comer hasta que pase el efecto de la anestesia.
- No fumar.
- Cepillar diariamente los dientes.
- Evitar masticar alimentos duros o hacerlo con cuidado.
- Limitar o reducir el consumo de alimentos que contengan azúcar como bebidas gaseosas o comida ácida.
- Mantener ante todo una buena higiene dental.
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